La 16ª Cumbre Mundial de la Salud se está celebrando en Berlín, reuniendo a más de 100 países y a importantes líderes de la política, la ciencia y la sociedad civil. Este evento, que se lleva a cabo bajo el lema «Generar confianza para un mundo más saludable», tiene como objetivo establecer una agenda que aborde los desafíos sanitarios del futuro. La cumbre, que comenzó en 2009 para conmemorar el 300 aniversario del Hospital Charité de Berlín, ha crecido hasta convertirse en un referente mundial en salud.
En esta edición, más de 350 oradores y 3,000 asistentes presenciales participan en cerca de 60 sesiones programadas para discutir temas cruciales, como la preparación para pandemias, el impacto del cambio climático en la salud, la inteligencia artificial en el cuidado médico y los derechos de propiedad intelectual en productos farmacéuticos.
La cumbre cuenta con el respaldo de figuras destacadas como el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente francés Emmanuel Macron y el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien inauguró oficialmente el evento. Durante su discurso, Ghebreyesus hizo un llamado a la paz como «la mejor medicina» y enfatizó la importancia de encontrar soluciones políticas para los conflictos actuales.
Por su parte, Olaf Scholz resaltó la necesidad de fortalecer la cooperación global en salud y apoyar a instituciones multilaterales clave como la OMS, el Fondo Mundial para la Pandemia y ONUSIDA. Subrayó que los avances en investigación y tecnología deben beneficiar a toda la humanidad, no solo a unos pocos.
El evento incluye un enfoque significativo en la preparación ante futuras pandemias, un tema que ha ganado relevancia tras la experiencia con el COVID-19. Además, se debatirá sobre el uso de la inteligencia artificial en la atención médica, los efectos del cambio climático en la salud pública y la necesidad de revisar los derechos de propiedad intelectual para facilitar el acceso a medicamentos esenciales. También se destaca la Ronda de Inversiones de la OMS, una iniciativa para movilizar recursos y asegurar la sostenibilidad financiera de los programas de salud globales en los próximos cuatro años.
Una de las novedades de esta edición es la participación activa del Consejo de la Juventud de la OMS, que presentó su primera Declaración de la Juventud sobre la creación de sociedades saludables. Este documento destaca 10 llamados a la acción para involucrar a los jóvenes en la construcción de entornos más saludables e inclusivos, poniendo énfasis en la equidad, la educación y la participación juvenil en la toma de decisiones.
El decálogo incluye propuestas como garantizar el acceso inclusivo a la educación en salud, integrar temas como el cambio climático y la alfabetización digital en los currículos nacionales, y promover la participación juvenil en el diseño e implementación de políticas sanitarias. Además, se insta a los gobiernos y organizaciones internacionales a co-crear políticas junto a los jóvenes, valorando su diversidad y experiencias como base para el desarrollo de iniciativas más efectivas.
El Consejo de la Juventud de la OMS, creado el año pasado, reúne a representantes de movimientos juveniles de diversos sectores para asesorar a la OMS y garantizar que las necesidades y perspectivas de los jóvenes sean consideradas en las políticas de salud. Esta plataforma no solo fomenta la participación juvenil, sino que también impulsa la creación de nuevas iniciativas y fortalece las existentes.
La 16ª Cumbre Mundial de la Salud refleja la necesidad urgente de cooperación global para enfrentar desafíos sanitarios complejos. Con el apoyo de líderes globales, se busca movilizar recursos, establecer alianzas sólidas y promover políticas inclusivas que garanticen la equidad en la atención sanitaria. Además, la incorporación activa de la juventud en estos debates destaca la importancia de preparar a las próximas generaciones para liderar el cambio hacia un futuro más saludable y sostenible.
