El programa “El CEES deja una huella: Laboratorios Urbanos” cerró este sábado 4 de marzo de 2023 con la entrega de servicios y equipamientos sostenibles y amigables con el ambiente a moradores del Pasaje Eduardo Mena en Guápulo, Quito. Un proyecto que beneficiará a unas 30 familias del sector.
El Consejo Ecuatoriano de Edificación Sustentable (CEES) junto a Rama Estudio, iniciaron esta campaña a mediados de 2022, con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los habitantes de Guápulo, reducir el impacto ambiental e implementar servicios innovadores para uso comunitario.
Este proyecto demostró la posibilidad de aplicar a escala urbana diferentes estrategias de eficiencia energética, uso sostenible del agua, manejo de huertos, tratamiento de residuos orgánicos y separación de residuos sólidos.
“La sostenibilidad es simple: utilizar la lógica con estrategias que minimicen el impacto del ser humano en el ambiente. Ahora los moradores de Guápulo tienen una responsabilidad inmensa, ustedes serán los custodios y serán quienes cuiden este proyecto”, señaló Fernando Correa, presidente del directorio del CEES presente en el evento.
Catalina Páez, moradora de Guápulo y coordinadora social del sector Pasaje Eduardo Mena, agradeció los beneficios del proyecto impulsado por el CEES, que tuvo un total de $120 mil de financiamiento.
Durante el acto de entrega, ella pidió a todos sus vecinos la colaboración necesaria para mantener cada uno de los nuevos servicios ambientales comunitarios.
Un proyecto ambiental integral
El proyecto “CEES deja una huella: Laboratorios Urbanos” intervino en 1.600 m2 de fachadas con pintura a base de tierra, se implementaron 200 m2 de cubiertas verdes, distribuidas en cubiertas privadas y comunales, que mejoraron las condiciones térmicas en el interior de diferentes viviendas.
A su vez, se realizaron soterramientos de cables de luz eléctrica, se implementó un sistema de autogestión eléctrica con paneles fotovoltaicos y se instalaron cuatro paneles solares, que reducirán 243 m3 de CO2 en 25 años, equivalentes a 563 barriles de petróleo.
Se realizaron programas de socialización y a capacitación para el manejo de residuos sólidos, se implementó un espacio de 395 m2 para un huerto comunitario y se diseñó un biofiltro para reutilizar las aguas en la batería sanitaria de la cancha comunitaria, reduciendo el consumo de agua potable.
Finalmente, se construyó una pérgola para fomentar ferias de emprendimientos locales los fines de semana. Esta estructura es una de las cubiertas que tiene paneles fotovoltaicos y techos verdes.
Correa indicó que se espera implementar laboratorios urbanos similares en otros sectores de la capital u otras ciudades del país.
Víctor Vergara/