Según los resultados de la encuesta «Monitoring the Future». Este estudio, que ha sido realizado anualmente por investigadores de la Universidad de Michigan desde 1975 y está financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), revela patrones preocupantes en el uso de estas sustancias.
Aproximadamente el 42% de los adultos de entre 19 y 30 años informaron haber consumido marihuana en el último año, y cerca del 10% de este grupo afirmó consumirla casi a diario. Un dato notable de la encuesta es que, por primera vez, más mujeres jóvenes reportaron consumir marihuana que los hombres en el mismo rango de edad, aunque en el grupo de mayor edad los hombres siguen siendo los principales consumidores.
En el grupo de adultos de 35 a 50 años, alrededor del 29% declaró haber consumido marihuana al menos una vez en el último año, y un 8% señaló que lo hacía de manera diaria. Estos resultados reflejan un aumento sostenido en el uso de la marihuana durante los últimos cinco a diez años.
El consumo de alucinógenos como LSD, mescalina, peyote, PCP y hongos se mantuvo relativamente estable en comparación con el año anterior. En 2023, el 9% de los adultos jóvenes y el 4% de los adultos de mediana edad reportaron haber utilizado estos alucinógenos en el último año.
La Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de los NIH, destacó la creciente popularidad de estas sustancias y la necesidad urgente de investigar tanto sus riesgos como sus posibles beneficios. «Las personas en diferentes etapas de la vida están recurriendo cada vez más a la marihuana y los psicodélicos, alejándose de sustancias como los cigarrillos de tabaco», afirmó.
A pesar del aumento en el consumo de marihuana y alucinógenos, el alcohol sigue siendo la sustancia más popular entre los adultos jóvenes. Más del 84% de los adultos de entre 19 y 30 años afirmaron haber bebido alcohol en el último año. Sin embargo, el consumo frecuente de alcohol ha mostrado una disminución en comparación con la década anterior.
El estudio también identificó una tendencia descendente en el uso de cigarrillos, opiáceos y medicamentos recetados con fines no médicos. Estos patrones de reducción han sido consistentes durante los últimos cinco a diez años en ambos grupos de edad.
En 2023, las muertes por sobredosis de drogas disminuyeron por primera vez desde 2018, con alrededor de 107,500 fallecimientos reportados, según datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). A pesar de esta disminución, el fentanilo y otros opioides sintéticos continúan siendo una amenaza significativa.
Aunque no se observaron grandes cambios en el consumo de sustancias en comparación con 2022, los investigadores subrayan la importancia de estudios a largo plazo como «Monitoring the Future» para comprender las tendencias de consumo de drogas a medida que las personas envejecen. Megan Patrick, investigadora principal del estudio, enfatizó que, a medida que las cohortes originales del estudio se adentran en la adultez, los datos proporcionarán una visión crucial sobre los patrones de consumo y sus consecuencias para la salud en las etapas posteriores de la vida.
El panorama del consumo de drogas entre los adultos jóvenes y de mediana edad en Estados Unidos sigue evolucionando, con la marihuana y los alucinógenos desempeñando un papel cada vez más prominente. A medida que las generaciones actuales envejecen, será esencial seguir monitoreando estas tendencias para comprender su impacto a largo plazo en la salud pública.