La escasez de agua en Ecuador está comenzando a tener graves consecuencias en diversos sectores productivos, y uno de los más afectados es la producción de huevos. La falta de lluvias ha impactado de manera significativa los cultivos de maíz, un alimento esencial para las gallinas ponedoras y otras aves. Esta situación ha llevado a la Unión de Productores de Huevos (Uniproh) a advertir que la combinación de la sequía y el cambio climático está generando un impacto «dramático» en la producción de huevos en el país.
Uniproh ha solicitado al Gobierno Nacional que implemente un plan de abastecimiento de maíz, advirtiendo que, sin un apoyo adecuado, la disponibilidad de huevos podría verse gravemente comprometida. De no tomarse medidas inmediatas, los precios de este alimento básico podrían aumentar, afectando tanto a productores como a consumidores.
Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la sequía ha causado daños parciales en unas 1,400 hectáreas de cultivos de maíz a nivel nacional, y otras 217 hectáreas han sido completamente perdidas. El ministro del MAG, Danilo Palacios, reconoció que esta situación está contribuyendo al aumento de los precios de los alimentos, aunque afirmó que, por el momento, no hay desabastecimiento generalizado.
El Gobierno Nacional ha respondido a la crisis declarando el pasado 19 de septiembre una alerta roja en varias provincias afectadas por la sequía y el riesgo de incendios forestales. Esta medida tiene como objetivo proteger la soberanía alimentaria del país, permitiendo al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) destinar recursos prioritarios para hacer frente a la emergencia.
El Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica trabajará en la actualización del Plan Nacional de Sequía, mientras que el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) coordinará la recopilación de datos climáticos entre los sectores público y privado. Esta colaboración interinstitucional incluye también al MAG, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y el Ministerio de Energía y Minas, quienes están trabajando en conjunto para tomar decisiones informadas y eficaces.
La administración del presidente Daniel Noboa ha calificado esta sequía como la más severa en 61 años, un fenómeno que no solo afecta an Ecuador, sino a gran parte de América del Sur. Este evento extremo ha puesto de relieve la necesidad urgente de planificación estratégica y acciones inmediatas para mitigar el impacto del cambio climático en la producción agrícola y alimentaria.
La situación actual subraya la importancia de tomar medidas rápidas y coordinadas para asegurar la disponibilidad de alimentos esenciales como el maíz y los huevos, y garantizar la estabilidad del mercado frente a la creciente amenaza de la sequía.