En el corazón de Ciudad de México, un proyecto comunitario está marcando una diferencia significativa para las mujeres trans y la comunidad LGBTQ+. En Casa Lleca, un albergue dirigido a personas LGBTQ+, se ha creado una cocina gestionada por mujeres trans que no solo les ofrece oportunidades laborales, sino que también se ha convertido en un espacio seguro para ellas y un punto de encuentro para los vecinos.
Karolina Long Tain González Rodríguez, de 36 años, lidera la cocina de este comedor comunitario, donde prepara gorditas y otros platillos tradicionales. Junto a su equipo, también compuesto por mujeres trans, la cocina se ha convertido en un lugar donde pueden compartir sus experiencias y apoyarse mutuamente. «Somos una comunidad trans muy unida y comprensiva», comenta González, quien llegó a Casa Lleca en busca de refugio y nuevas oportunidades tras vivir situaciones difíciles en su vida personal.
Este proyecto surgió gracias a Victoria Sámano, activista y fundadora de Casa Lleca, quien vio en la cocina una forma de generar empleo digno para las residentes del albergue, muchas de las cuales habían tenido dificultades para encontrar trabajo. El comedor, que sirve almuerzos a bajo costo, rápidamente comenzó a atraer a los vecinos de la zona, quienes se han convertido en clientes frecuentes.
El impacto va más allá de lo económico. Para González, la cocina ha sido un renacer, permitiéndole recuperar sus sueños y avanzar en su vida como mujer trans. Casa Lleca, fundada en 2020 durante la pandemia, fue un refugio esencial para muchas personas LGBTQ+ y trabajadoras sexuales que se quedaron sin hogar debido al cierre de hoteles y la falta de oportunidades laborales.
A pesar de los desafíos que la comunidad trans sigue enfrentando en México, con altos índices de violencia y discriminación, iniciativas como esta cocina comunitaria brindan una oportunidad para que las mujeres trans puedan integrarse de manera positiva en sus comunidades, mostrando su talento y determinación.
«Gracias a Casa Lleca, ahora podemos tener un nuevo futuro y progreso en nuestras vidas», concluye González, agradecida por la oportunidad de trabajar y contribuir en un entorno seguro.
