Cuba enfrenta una compleja situación tras el impacto del huracán Oscar, que tocó tierra el 20 de octubre de 2024, dejó al menos seis personas fallecidas en la isla, y un apagón nacional que ha complicado aún más el día a día de los cubanos. La tormenta cruzó la costa oriental del país, causando inundaciones devastadoras, mientras que la capital, La Habana, continúa lidiando con problemas energéticos que han generado protestas y temores entre la población.
El huracán Oscar azotó principalmente la ciudad de San Antonio del Sur, en la región oriental de Cuba, donde las lluvias torrenciales provocaron graves inundaciones que han dejado a muchas zonas incomunicadas. Las autoridades siguen trabajando en las labores de rescate y recuperación, aunque algunas áreas siguen inaccesibles.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, informó que los esfuerzos de rescate continúan y aseguró que las autoridades están trabajando para atender las necesidades de las zonas afectadas. Sin embargo, la devastación provocada por el huracán ha dejado a muchas comunidades en situaciones críticas.
“Esto afecta a todos, pero más a los ancianos”, expresó Mayde Quiñones, una residente de 55 años que cuida a su suegra, reflejando la preocupación generalizada por las personas más vulnerables durante esta crisis.
El apagón generalizado que afectó a Cuba la semana pasada empeoró la ya frágil situación energética del país, provocando apagones continuos en La Habana y otras ciudades. Según el gobierno, el país está produciendo apenas 1.300 megavatios de electricidad, cuando la demanda máxima puede llegar a los 3 gigavatios, un déficit que se traduce en cortes de energía rotativos y prolongados. La situación ha llevado a los residentes a buscar soluciones improvisadas para no perder sus alimentos perecederos.
“Tenemos el refrigerador lleno de comida y tenemos miedo”, comentó Juan Estrada, propietario de un pequeño negocio en La Habana, donde la electricidad ha sido inestable desde el pasado viernes. Muchos habaneros han recurrido a cocinar en estufas de leña improvisadas en las calles para evitar que sus alimentos se echen a perder.
Las clases en toda la isla han sido suspendidas al menos hasta el jueves, mientras las autoridades trabajan para restaurar el servicio eléctrico, afectado también por la tormenta. El ministro de Energía, Vicente de la O Levy, afirmó que espera mejorar la situación eléctrica a partir del martes, aunque la recuperación total podría tardar más tiempo.
La escasez de energía ha generado protestas en algunas partes de Cuba, situación que el presidente Díaz-Canel advirtió que no será tolerada. En un mensaje televisado, el mandatario dejó claro que el gobierno no permitirá «ningún acto vandálico, ni que nadie perturbe la tranquilidad de la gente». Esta declaración recuerda a la crisis de 2021, cuando la isla vivió las mayores protestas en casi 30 años debido a los apagones y la situación económica. Desde entonces, se han registrado manifestaciones esporádicas por la misma causa.
La crisis energética actual es la peor que vive Cuba desde que el huracán Ian golpeó la isla en 2022, dañando gravemente la infraestructura eléctrica. Desde entonces, el sistema eléctrico ha sido frágil y ha sufrido cortes rotativos en distintas regiones. El apagón más reciente fue agravado por la falla de la planta termoeléctrica Antonio Guiteras, así como por problemas de mantenimiento en otras instalaciones y la falta de combustible.
El ministro de Energía explicó que, inicialmente, la causa del apagón fue un aumento en la demanda, sobre todo de pequeñas y medianas empresas y de aparatos de aire acondicionado residenciales. No obstante, la falta de mantenimiento y la antigüedad de las plantas termoeléctricas también contribuyeron a la situación, así como la escasez de combustible para operar las instalaciones.
Además, el presidente de la Cámara de Representantes, Nicolás Maduro, advirtió que el huracán Oscar traerá más complicaciones para la recuperación, ya que afectó centrales eléctricas clave en ciudades como Holguín y Santiago de Cuba.
La situación energética y económica en Cuba ha generado un éxodo masivo, con más de medio millón de cubanos que han salido del país en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos, y miles más que se han dirigido hacia Europa. Aunque el gobierno cubano y sus aliados culpan al embargo comercial de Estados Unidos por los problemas económicos que enfrenta la isla, otros señalan la mala gestión interna como uno de los factores que agrava la crisis.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, afirmó que la “mala gestión a largo plazo de la política económica y los recursos del gobierno cubano ciertamente ha aumentado las dificultades de la gente en Cuba”, refutando las acusaciones del gobierno cubano.
La recuperación de Cuba tras el huracán y el apagón nacional sigue siendo incierta. El gobierno está trabajando para restablecer el suministro eléctrico y asegurar que la ayuda llegue a las comunidades afectadas por el huracán, pero la falta de recursos y las dificultades económicas persistentes complican los esfuerzos.
La crisis energética también pone de relieve la necesidad de una inversión significativa en la modernización de la infraestructura eléctrica de la isla, una tarea que requerirá no solo recursos económicos, sino también soluciones sostenibles a largo plazo para evitar que estas crisis se repitan en el futuro.