Más de 30,000 personas desplazadas en Puerto Príncipe, Haití, cuentan ahora con acceso a agua potable gracias al esfuerzo coordinado entre UNICEF y sus aliados. En respuesta a la grave violencia de las bandas armadas en la capital, que ha dejado a muchas zonas de la ciudad en manos de grupos armados, UNICEF y la Dirección Nacional de Agua y Saneamiento (DINEPA) han suministrado más de 2.6 millones de litros de agua potable a familias y niños en 20 refugios de desplazados.
La falta de agua limpia y saneamiento básico ha agravado las condiciones de vida en estos asentamientos, especialmente durante la temporada de lluvias. El impacto se siente con fuerza en lugares como Cité Soleil, uno de los barrios más empobrecidos del país, donde la combinación de inundaciones y precariedad ha reavivado los casos de cólera, una amenaza constante para los niños y las familias desplazadas.
Ruben Um Bayiha, líder del Programa de Agua, Saneamiento e Higiene (WASH) de UNICEF, describe el contexto en Haití como «navegar en una zona de guerra». A pesar de los peligros, UNICEF continúa con el apoyo a las comunidades, incluyendo el transporte de agua en camiones cisterna, la construcción de letrinas provisionales, el tratamiento del agua corriente y la distribución de kits de higiene. En marzo, lograron distribuir más de 2.66 millones de litros de agua tratada y kits de higiene a cerca de 11,000 personas desplazadas.
Ante la próxima temporada de huracanes, UNICEF también ha intensificado la mejora de las condiciones de saneamiento en los campamentos de desplazados, eliminando lodo fecal y asegurando la limpieza en áreas de alto riesgo. No obstante, Um Bayiha subraya que la crisis en Haití «empeorará a menos que la respuesta se amplíe urgentemente» y enfatiza la necesidad de financiamiento adicional para continuar con la ayuda.
Este año, UNICEF espera poder apoyar a más de 884,000 personas en Haití, proporcionándoles acceso a agua potable, saneamiento adecuado y productos esenciales de higiene, buscando reducir las amenazas de enfermedades y asegurar el bienestar de las familias desplazadas en un contexto de creciente violencia y vulnerabilidad.
