Francia se ha propuesto metas ambiciosas en su nuevo plan para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% para 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, según confirmó el Ministerio de Transición Ecológica. Con esta hoja de ruta, Francia está intensificando sus esfuerzos para frenar el cambio climático mediante la adopción de vehículos eléctricos, el impulso de la energía nuclear y la renovación de infraestructuras.
El sector transporte es el mayor emisor de gases contaminantes en Francia, y el plan prevé reducir sus emisiones en un 31% en los próximos seis años. Para alcanzar esta meta, el país planea que dos tercios de los autos vendidos sean eléctricos para 2030, multiplicando los puntos de recarga de 140,000 a 400,000 en el mismo periodo. Además, el país aumentará en un 25% los transportes públicos, duplicará el transporte de mercancías por tren y extenderá las ciclovías hasta los 100,000 km. Otras estrategias incluyen incentivar el teletrabajo y aumentar los impuestos a las emisiones del transporte aéreo.
Francia seguirá apostando por la energía nuclear para reducir su dependencia de combustibles fósiles, y la hoja de ruta contempla la construcción de seis nuevos reactores nucleares de tecnología avanzada EPR 2, con la posibilidad de añadir otros ocho. Esta ampliación permitirá alcanzar una capacidad de hasta 400 teravatios hora anuales. Al mismo tiempo, Francia pretende multiplicar por seis la capacidad de generación solar y expandir su producción de energía eólica a 18 gigavatios en proyectos marinos y entre 40 y 45 gigavatios en eólica terrestre.
El plan también incluye la sustitución del 75% de las calderas de gasóleo, la instalación de un millón de bombas de calor y el fomento de cultivos ecológicos en la agricultura, reduciendo un 13% sus emisiones. En el sector industrial, se prevé una reducción del 42% en las emisiones mediante la electrificación y la adopción de tecnologías de captura de CO2.
Francia aspira a avanzar en su transición energética con un enfoque en la sostenibilidad, comprometiéndose no solo con el desarrollo de tecnologías limpias, sino también con políticas que fomenten un transporte más ecológico y la reducción del consumo energético en todos los sectores.