En un hito contra el tráfico ilegal de fauna silvestre, Tailandia enviará a Madagascar cerca de 1.000 tortugas y lémures en peligro de extinción, en lo que representa la mayor repatriación de animales entre ambos países. El primer grupo llegará este sábado, marcando un paso significativo en la lucha global por preservar la biodiversidad.
Las autoridades tailandesas recuperaron en mayo un total de 1.117 animales, incluidos algunos de los más amenazados del mundo según la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES). Durante un operativo en la provincia de Chumphon, se incautaron tortugas radiadas, tortugas araña, lémures de cola anillada y lémures pardos. Estas especies, codiciadas como mascotas exóticas en Asia, enfrentan graves riesgos debido a las dificultades para replicar sus hábitats naturales en cautiverio.
Lamentablemente, ocho animales murieron durante la operación inicial y otros no lograron sobrevivir debido a las condiciones de salud deterioradas por la falta de agua y alimentos en su transporte ilegal.
Un total de 961 animales vivos serán transportados en tres vuelos operados por Qatar Airways. La ceremonia oficial de entrega tuvo lugar en Bangkok, donde las autoridades tailandesas reafirmaron su compromiso con la lucha contra el tráfico ilegal y el bienestar de las especies recuperadas.
El Dr. Chalermchai Sri-on, ministro de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Tailandia, destacó que esta repatriación refleja los esfuerzos conjuntos para enfrentar el comercio ilegal de especies silvestres.
Attapol Charoenchansa, director del Departamento de Parques Nacionales de Tailandia, enfatizó el mensaje educativo de la operación «la gente debe entender que poseer estos animales no está bien, sin importar cuánto dinero tengan.»
La organización conservacionista Traffic, con sede en el Reino Unido, elogió la colaboración internacional detrás de esta iniciativa, calificándola como un ejemplo de cómo el trabajo conjunto puede combatir la crisis global del tráfico de especies.
El tráfico ilegal de madera y especies silvestres representa la segunda mayor amenaza para la biodiversidad de Madagascar. Tailandia, según un informe de 2023, es el mayor importador de fauna silvestre malgache en el sudeste asiático, exportando más de 35.000 animales o productos derivados entre 1975 y 2019.
Esta histórica repatriación no solo devuelve a las especies a su hábitat natural, sino que envía un poderoso mensaje: el comercio ilegal de fauna no tiene cabida en un mundo comprometido con la conservación ambiental.