Con una votación de 350 votos a favor y 275 en contra el Parlamento del Reino Unido aprobó este viernes 29 de noviembre un proyecto de ley que permite la muerte asistida para personas con enfermedades terminales en Inglaterra y Gales. Este controvertido tema, que divide opiniones en el país, promete generar intensos debates en los próximos meses mientras el proyecto continúa su camino legislativo.
La legislación propuesta permitiría a adultos mayores de 18 años, con enfermedades terminales y menos de seis meses de vida, solicitar el derecho a morir. Para ello, se requerirán tres niveles de escrutinio: dos médicos independientes y un juez del Tribunal Supremo deberán aprobar cada caso.
Los partidarios, como la legisladora laborista Kim Leadbeater, destacan que la ley es una cuestión de dignidad y alivio del sufrimiento. También argumentan que igualará las posibilidades para personas sin recursos de viajar al extranjero, como a Suiza, donde la muerte asistida es legal.
Por otro lado, los opositores alertan sobre los riesgos para las personas vulnerables, temiendo que algunas puedan sentirse presionadas para optar por la muerte para no ser una carga para sus familias.
El tema ha generado posturas divergentes tanto en el Parlamento como en la sociedad. Mientras figuras como el expremier David Cameron respaldan la iniciativa, otros líderes destacados, incluidos Gordon Brown, Boris Johnson, Liz Truss y Theresa May, han expresado su rechazo.
El actual primer ministro, Keir Starmer, se ha mantenido neutral, aunque en el pasado apoyó la idea. Su gabinete está dividido, con algunos miembros respaldando el proyecto y otros oponiéndose.
Aplicación estricta:
– Solo aplica a personas mayores de 18 años con menos de seis meses de vida.
– El paciente debe demostrar capacidad mental para tomar la decisión.
– Las solicitudes requieren dos declaraciones separadas y supervisión médica y judicial.
Autoadministración del medicamento:
– El paciente debe tomar la medicación por sí mismo; los médicos no pueden administrarla.
– Ningún profesional de la salud está obligado a participar si no lo desea.
Salvaguardas legales:
– Quienes coaccionen o presionen a alguien para optar por la muerte asistida podrían enfrentar penas de hasta 14 años de prisión.
El Reino Unido se suma a una discusión internacional sobre la muerte asistida. Países como Australia, Bélgica, Canadá y partes de Estados Unidos ya la han legalizado bajo estrictas regulaciones. Sin embargo, se distingue de la eutanasia, que implica la administración activa de la medicación por parte de un profesional de la salud y está permitida en jurisdicciones como los Países Bajos y Canadá.
Aunque la aprobación inicial es un avance, el proyecto de ley enfrentará meses de debate adicional tanto en la Cámara de los Comunes como en la Cámara de los Lores, y podría sufrir modificaciones antes de convertirse en ley. Leadbeater ha señalado que el proceso será «minucioso y participativo», dando tiempo para abordar las preocupaciones de todos los sectores.
Esta legislación marca un punto de inflexión en la manera en que el Reino Unido aborda las enfermedades terminales y la autonomía de sus ciudadanos, dejando un impacto que trascenderá las fronteras.