Cada 10 de diciembre celebramos la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece el compromiso universal con la dignidad, la libertad y la justicia para todas las personas. Sin embargo, esta visión sigue siendo un desafío pendiente para millones de mujeres y niñas en el mundo. La brecha entre las normas establecidas y su aplicación efectiva refleja una deuda pendiente que requiere acciones urgentes y decisivas.
Los datos actuales subrayan la gravedad de la situación:
- Más de 600 millones de mujeres y niñas viven en zonas de conflicto, enfrentándose a riesgos como violencia sexual.
- Una de cada tres mujeres experimenta violencia de pareja, y las mujeres con discapacidad enfrentan riesgos aún mayores.
- La pobreza extrema entre mujeres y niñas podría tardar 137 años en erradicarse al ritmo actual.
- Se necesitarían 68 años para eliminar el matrimonio infantil y 39 años para alcanzar la paridad de género.
Estos retos también retrasan el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), mientras el tiempo corre hacia la meta de 2030. Defender los derechos humanos de las mujeres no solo es un deber moral, sino una estrategia esencial para alcanzar un mundo más justo e inclusivo.
Los procesos de paz son más efectivos cuando incluyen a las mujeres. Las economías prosperan cuando las mujeres tienen acceso igualitario a las oportunidades económicas. La representación igualitaria mejora la toma de decisiones y fortalece la democracia. Cuando las mujeres están libres de violencia, sus familias y comunidades prosperan.
Promover estos derechos es clave para alcanzar la igualdad, la justicia, la paz y la sostenibilidad medioambiental. ONU Mujeres llama a todos los sectores de la sociedad a renovar su compromiso con la igualdad de género y la protección de los derechos humanos.
Esto incluye:
- Garantizar que las leyes que protegen a las mujeres se apliquen de manera efectiva.
- Apoyar a las defensoras de los derechos humanos que lideran el cambio en sus comunidades.
- Reconocer la importancia de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, que celebra su 30 aniversario en 2025, como marco esencial para seguir avanzando.
Garantizar los derechos humanos de las mujeres y niñas no solo es un requisito para alcanzar la igualdad, sino también un motor para construir un mundo más justo, inclusivo y sostenible. Es momento de actuar con urgencia para cerrar la brecha entre los compromisos asumidos y su implementación efectiva. Solo así podremos cumplir con la promesa de un futuro en el que todas las mujeres y niñas disfruten de sus derechos y prosperen.