La madera, un material tradicionalmente asociado con la construcción y el mobiliario, está siendo reinventada gracias a la ciencia. En los últimos años, hemos visto avances como la madera transparente para ventanas, madera transgénica más resistente que el hormigón y, ahora, un nuevo hito: madera que brilla en la oscuridad. Este desarrollo no solo abre puertas a aplicaciones innovadoras, sino que también refuerza el potencial sostenible de este recurso natural.
El proyecto, liderado por el Empa (Swiss Federal Laboratories for Materials Science and Technology), busca aprovechar los bosques caducifolios de Suiza más allá de su uso como combustible. Para ello, los investigadores han colaborado con la naturaleza en su máxima expresión: los hongos bioluminiscentes.
El biotecnólogo Francis Schwarze identificó al hongo de miel sin anillo (Desarmillaria tabescens), una especie que degrada la lignina de la madera sin afectar su celulosa. Este hongo se cruzó con madera de balsa (Ochroma pyramidale), una opción ideal debido a su baja densidad. Tras un proceso de incubación de tres meses en condiciones húmedas, se logró que el material emitiera una luz verde de 560 nanómetros, visible durante aproximadamente diez días.
Aunque fascinante, la bioluminiscencia de la madera tiene aplicaciones prácticas en industrias específicas:
- Mobiliario: piezas que brillen en la oscuridad para decoración o funcionalidad.
- Joyería: diseños únicos y llamativos con un toque natural y lumínico.
- Textiles biométricos: con potencial para prendas innovadoras o elementos decorativos.
El Empa no se ha detenido en la madera luminosa. Algunos de sus proyectos recientes incluyen:
- Madera impermeable: combinada con polímeros para repeler el agua, ideal para muebles de baño o exteriores.
- Madera magnética: con nanopartículas de óxido ferroso que la convierten en un material magnético, útil en juguetes y accesorios para interiores.
La madera bioluminiscente es un claro ejemplo de cómo la ciencia y la naturaleza pueden trabajar juntas para crear materiales innovadores con aplicaciones prácticas y sostenibles. Aunque las aplicaciones actuales son específicas, estos avances demuestran que la madera tiene un futuro brillante, no solo como recurso tradicional, sino como protagonista de la innovación tecnológica.