En momentos de reactivación del sector turístico, después de dos años de pandemia y restricciones de aforo, se puede acudir a espacios abiertos con responsabilidad, los cuales nos permiten conectar con la naturaleza y entender el sentido de la vida en todas sus formas.
LATAM Airlines, comprometida con su objetivo de unir a países vecinos y, sobre todo, dinamizar la actividad económica y turística, inauguró su vuelo que conecta a Quito con Bogotá, a través de una ruta rápida y segura. Y es que, si de ecoturismo hablamos solo a dos horas de Bogotá, se encuentran cinco espacios naturales que brillan por su vegetación, recursos hídricos y diversidad de fauna. Son preservados por las comunidades aledañas y por organizaciones como Parques Nacionales Naturales (PNN) y la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).
SANTUARIO CHIQUITO.- Reserva natural de montaña, con acceso privado, se encuentra cerca del páramo Laguna Verde, ubicado entre la vía Zipaquirá y San Cayetano. Los guías locales establecieron algunas rutas para poder disfrutar de cascadas, lagunas, piedras antiguas y valles de frailejones que parece salidos de una película. Además, si el clima es favorable, se puede visualizar las cumbres del Parque Nacional Natural Los Nevados. La temperatura del lugar es baja: entre 5 y 12 grados centígrados.
Fotografía: Caminantes del retorno
LAGUNAS DE SIECHA.- En el municipio de Guasca, se encuentran alrededor de tres lagunas, consideradas como un lugar sagrado para el pueblo indígena muiscas. Desde allí las comunidades trazaron una línea imaginaria con la luz del sol para ubicar a los lugares aledaños y los sitios de veneración en el centro del país. Se encuentra a 3.500 metros sobre el nivel del mar y cuenta con una temperatura de 10 grados centígrados.
Fotografía: Caminantes del retorno