Tras el impacto de la pandemia por Covid-19, en Ecuador, se perdieron al menos 532.359 empleos y hubo una caída de ingresos de USD 16.382 millones entre marzo y diciembre de 2020. De acuerdo a un estudio presentado por el Banco Central del Ecuador, “las pérdidas totales representan el 16,6% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020, en valores corrientes”.
El informe de empleabilidad 2021 asegura que “por la crisis sanitaria los ingresos económicos se redujeron hasta un 84,3% de los hogares aumentando el riesgo de que abandonen los estudios”. Esto repercute significativamente al alto porcentaje de trabajo informal y su permanencia. Dentro de la investigación, se tomaron datos de 231 empresas que constituye el 75% de los mayores empleadores del país. Este documento permite definir algunas líneas de acción para el estado, así como, instituciones privadas que desean reactivar el sector laboral.
1.- Fortalecer la Red por el Futuro del Trabajo
2.- Generar incentivos fiscales para formación de competencias especialmente a pequeñas empresas.
3.- Promover diversas formas de capacitación a través de la articulación público-privada.
4.- Fortalecer los servicios públicos de empleo a partir de la conformación de servicios privados de empleo.
5.- Promover la modernización del mercado laboral a través del fomento de diversas formas de trabajo formales.
6.- Ratificar el Convenio 181 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre agencias privadas de empleo para promover la articulación entre servicios públicos y privados, con el objetivo de formar competencias basadas en la demanda y lograr rápido acceso al mercado laboral formal.
Finalmente, la reactivación económica laboral no puede estar aislada de acertadas políticas públicas y la colaboración del sector privado, así como la formación educativa de niños y jóvenes que aportan con el desarrollo del país.