Bladimir Tulcán y Carol Cortéz Osorio, dos talentosos artistas plásticos ecuatorianos, convirtieron su pasión por las artes plásticas y la transformación de materiales en una forma de arte única.
Desde el 2019, ambos artistas utilizan llantas recicladas para crear hermosas esculturas en forma de animales, llevando a cabo su labor bajo el nombre del colectivo «Bastet: Taller de Arte y Artesanías«.
El camino hacia esta original forma de expresión artística comenzó cuando respondieron a una convocatoria para una exposición de esculturas hechas con caucho reciclado en Guayaquil.
Aunque en ese momento no tenían experiencia en el manejo del caucho, la idea les pareció interesante y decidieron participar. A medida que recibieron más solicitudes de esculturas más pequeñas, como recuerdos y premios, comenzaron a explorar y experimentar con el material.
El proceso de creación de estas esculturas es una labor colaborativa en la que Bladimir y Carol aportan su experiencia artística y conceptual, mientras cuentan con el apoyo de otras personas especializadas en soldadura y construcción.
También se han asociado con empresas dedicadas al área automotriz, obteniendo así la materia prima necesaria para su trabajo.
“Los productos que hemos hecho en el taller normalmente son animales y tiene mucha relación con la forma que tienen los neumáticos, por cómo tienen una forma redondeada, con esta organicidad que se puede generar y como la facilidad de dar las texturas, los volúmenes; podemos experimentar mucho por ese lado”, dijo Carol.
La labor de recolección de llantas y el procesamiento del caucho granulado son realizados por socios y colaboradores de ambos artistas. Desde 2019, han rescatado y transformado alrededor de 1300 llantas usadas.
A través de su trabajo, Bladimir y Carol buscan demostrar el potencial creativo que se puede encontrar en los materiales considerados como desechos, como una forma de arte sostenible.
Las esculturas han despertado gran interés y admiración, llegando incluso a ser exhibidas en el edificio Aqualina, ubicado en el norte de Quito. donde se han convertido en un atractivo para quienes visitan el lugar.
Su taller, está ubicado en San Juan de Calderón, donde cuentan con un espacio dedicado a las esculturas de mayor tamaño. Allí utilizan herramientas como estiletes industriales y caladoras.
Posteriormente, proceden a cortar las llantas en diferentes formas y tamaños. La construcción de cada pieza implica un minucioso ensamblaje, donde se juega con volúmenes, profundidades y formas cóncavas para lograr el aspecto deseado.
En entrevista para Revista Elements, Bladimir y Carol contaron más detalles de su proceso creativo:
Victor Vergara/
