Con más de tres décadas de compromiso con la producción agrícola sostenible, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) llevó a cabo su Congreso 2024, implementando una estrategia de medición y compensación de su huella de carbono. La asociación, conocida por promover la producción de alimentos, fibras y energía de forma responsable, organizó este evento en el predio de La Rural en Palermo y, por segundo año consecutivo, compensó las emisiones generadas, haciendo del congreso un evento carbono neutral.
En esta edición, Aapresid calculó su huella de carbono considerando factores significativos como el transporte de los asistentes, el consumo de energía en el recinto, la gestión de residuos y el impacto del catering y alojamiento. Con estos datos, lograron cuantificar que el congreso produjo una huella de 719,49 toneladas de CO2 equivalente (tCO2e). De esta cifra, el 79% de las emisiones se debieron al transporte de los participantes, destacando el uso de vehículos particulares y viajes aéreos como las principales fuentes de emisión.
Para neutralizar el impacto ambiental, Aapresid se asoció con la firma UPL, quien realizó la medición y apoyó en la adquisición de 720 bonos de carbono VCS del estándar Verra, los cuales se utilizan ampliamente en el Mercado Voluntario de Carbono para compensaciones verificadas. Los bonos adquiridos corresponden a un proyecto de energía eólica en el sur de Argentina, que conecta su producción al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Este proyecto reemplaza electricidad proveniente de plantas a combustibles fósiles, mitigando así la emisión de gases de efecto invernadero al reducir el uso de fuentes no renovables.
Con esta iniciativa, Aapresid no solo demuestra su compromiso con la sostenibilidad, sino que también refuerza el mensaje de la importancia de reducir las emisiones de carbono en etapas tempranas para limitar el calentamiento global. La estrategia aplicada en su congreso enfatiza la urgencia de reducir las emisiones acumuladas de CO2 y el impacto de otros gases no CO2 en el sistema climático. Además, impulsa la adopción de prácticas sostenibles en el sector agropecuario, promoviendo un equilibrio entre productividad y responsabilidad ambiental.
