La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) anunció estar preparada para enfrentar un nuevo éxodo de migrantes venezolanos, anticipando una posible crisis política y social en Venezuela tras la toma de posesión presidencial prevista para el 10 de enero de 2025.
“Tenemos una gran cantidad de recursos en los puntos de servicio humanitario y hemos generado un programa de alerta temprana a la movilidad”, afirmó Xavier Castellanos, subsecretario global de la IFRC. Este plan busca mejorar la coordinación con gobiernos y agencias internacionales, asegurando una respuesta rápida y eficaz en caso de un desplazamiento masivo.
La organización recuerda que si bien estuvo presente durante la primera ola migratoria venezolana en 2014, ahora cuenta con capacidades significativamente mayores para enfrentar un escenario similar.
La tensión política en Venezuela ha alcanzado niveles críticos tras las elecciones presidenciales de julio de 2024. Tanto Nicolás Maduro como el opositor Edmundo González Urrutia reivindican la victoria, prometiendo acudir el 10 de enero a la Asamblea Nacional para prestar juramento. Este escenario podría detonar una crisis política y social que agudice la ya compleja situación migratoria.
Desde 2014, más de 7,7 millones de venezolanos han salido del país debido a la crisis, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Este éxodo representa el segundo desplazamiento forzoso más grande del mundo, superado solo por el conflicto en Siria.
El 84% de los migrantes venezolanos reside en América Latina, siendo Colombia (2,9 millones) y Perú (1,5 millones) los principales países de acogida, seguidos por Brasil, Ecuador y Chile. La IFRC reconoce que las estimaciones iniciales sobre el número de personas que podrían migrar si se recrudece la crisis probablemente serán superadas. Castellanos recordó casos similares como el éxodo rohingya en 2017, donde las proyecciones iniciales fueron ampliamente desbordadas.
En Santiago de Chile, Castellanos participó en el Evento Ministerial de Alto Nivel de Cartagena+40, una celebración de cuatro décadas del modelo regional pionero en protección de refugiados. Este proceso ha sido clave para coordinar respuestas regionales ante crisis humanitarias como la migración venezolana.
La Cruz Roja y otras organizaciones humanitarias enfrentan el desafío de estar listas para atender una posible emergencia de gran escala en un contexto de creciente inestabilidad política y social en Venezuela. La colaboración regional, el fortalecimiento de la infraestructura humanitaria y el compromiso con los derechos de los migrantes serán esenciales para mitigar el impacto de un potencial nuevo éxodo masivo.