En el mundo, el 70% del plástico consumido termina en vertederos, y un cuarto de la población necesita anteojos, pero no todos pueden permitírselos. En respuesta a estos desafíos ambientales y sociales, nació la startup ecuatoriana “Bottleyes”.
Fue concebida en Cuenca durante la pandemia de 2020 por Isaac Romero y Bryan Román, jóvenes de Piñas, provincia de El Oro. La startup produce anteojos y gafas utilizando botellas plásticas recicladas, convirtiendo a personas con necesidades visuales en agentes de cambio ambiental.
La clave del éxito de Bottleyes ha sido su diseño patentado de bisagras, que ha permitido consolidar su producto en el mercado. «Validamos el concepto inicialmente, y el sistema de bisagras nos ayudó a concretar el producto físico», explicó Romero.
Después de establecer su concepto, obtuvieron financiamiento y participaron en programas de incubación como el de Silicon Valley de la Universidad de Santa Clara y ‘Scale Up’ de “Eyelliance”. Estos logros fueron seguidos por una inyección de ‘Fondo Emprende’, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y ‘Latitud R’, la aceleradora de negocios de Nestlé.
Desde su lanzamiento a mediados de 2023, Bottleyes ha incrementado su producción de 100-200 unidades trimestrales a unas 2000 unidades. Aunque empezó con dos cofundadores, ahora cuenta con un equipo de cuatro y tiene operaciones en Colombia y Chile, con planes de expandirse a gran parte de Estados Unidos a finales de este año.
Cada par de anteojos se fabrica a partir de tres botellas de plástico PET recicladas. La materia prima proviene de alianzas estratégicas tanto dentro como fuera de Ecuador. Hasta ahora, ha reciclado eficazmente unas 500,000 botellas plásticas.
Los costos de los anteojos varían entre $39 y $69. Gracias a su sistema de bisagras patentado, los clientes pueden ensamblar sus anteojos fácilmente, reduciendo los costos de manufactura y prolongando la vida útil del producto.
La sede de Bottleyes está en Delaware (EE.UU), mientras que desde Cuenca se gestionan las campañas publicitarias, el diseño del producto y la postproducción. Romero, con una formación en Diseño de Productos y una Maestría en Diseño y Experiencia de Usuario, junto con Román, economista especializado en Economía Circular, lideran esta innovadora empresa.
Su compromiso no solo es ambiental, sino también social, proporcionando gafas de calidad a precios accesibles. Sus productos, hechos de plástico mejorado, son fáciles de reparar y sus partes son fácilmente sustituibles, fomentando la durabilidad y la sostenibilidad.
