Para muchos, el café es una parte esencial de la rutina diaria, ofreciendo ese impulso de energía tan necesario junto con su aroma y sabor característicos. Sin embargo, el café con cafeína puede tener efectos secundarios como nerviosismo, ansiedad y dificultades para dormir. Es aquí donde entra el café descafeinado, una opción popular para quienes desean disfrutar del sabor sin los efectos de la cafeína.
El proceso para eliminar la cafeína de los granos de café puede involucrar sustancias químicas como el cloruro de metileno o el acetato de etilo. En estos métodos, los granos se someten a un tratamiento con vapor, lo que permite que los poros se abran y luego se enjuagan en estas sustancias para eliminar la cafeína. Posteriormente, los granos se vuelven a cocer al vapor y se lavan para eliminar cualquier residuo químico.
Según los expertos, los riesgos asociados con estas sustancias químicas son mínimos cuando se trata del consumo de café descafeinado. Aunque el cloruro de metileno ha sido vinculado con un mayor riesgo de cáncer en personas expuestas a niveles elevados, como los trabajadores que lo manejan para fines industriales, la cantidad presente en el café es insignificante. De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) regula estrictamente la cantidad permitida en los alimentos, asegurando que el nivel presente en el café descafeinado no representa un peligro para la salud.
El acetato de etilo, aunque se encuentra de manera natural en frutas como el kiwi y la guayaba, también es considerado seguro en las pequeñas cantidades que podrían permanecer en los granos después del proceso de descafeinado. La evaporación durante el tostado de los granos elimina casi por completo cualquier residuo químico, ya que estos se volatilizan a temperaturas mucho más bajas que las utilizadas en el tostado del café.
Para quienes prefieren evitar cualquier posible exposición a sustancias químicas, existen métodos alternativos para descafeinar el café, como el proceso de agua suizo, que utiliza únicamente agua para extraer la cafeína. Este método es promocionado por algunas marcas como una opción más «natural» y está claramente etiquetado en los productos.