Cuatro ingenieros ecuatorianos, de la Universidad de Las Américas UDLA, han creado un dispositivo electrónico que permite el movimiento de cualquier artefacto a partir del pensamiento. El proyecto fue tomado como una tesis de grado que permitió experimentar una innovadora forma de movimiento que genera independencia en las personas con capacidades especiales.
Alison Guamán, quien forma parte del proyecto afirma que “nosotros sabíamos que el realizar nuevamente la conexión entre cerebro y médula espinal para las personas con capacidades especiales iba a ser algo bastante innovador e iba ayudar mucho al desarrollo de este grupo de personas. Lo que hicimos fue conocer a fondo el encefalograma, conocer su lectura y desarrollar nuestro propio sistema”.
Carlos Abad, ingeniero en Telecomunicaciones explica las partes de este invento:
- Diadema: en la cual se encuentra incrustado un electrodo seco, usado en medicina para la toma de encefalogramas. Se conecta el dispositivo a un chip que tiene amplificadores y filtros de señales, lo cual capta cada pensamiento que el cerebro produce a través de ondas.
- Información captada: se envía a un controlador inteligente y programable, es decir, que todas estas señales que produce el usuario son receptadas como un encefalograma que emite cierto tipo de ondas, se interpreta y convierte en movimientos.
- Adaptación de cualquier artículo o artefacto: la innovación de este dispositivo es que puede colocarse en un sinnúmero de objetos que permitan facilitar la movilización de personas con capacidades especiales.
- Aplicación móvil: en el cual se encuentra un control manual que permite el movimiento de cualquier artefacto como una silla de ruedas, prótesis, etc. También, cuenta con un control automático el cual recibe las ondas del cerebro y a partir de cuatro canales de movimiento permite que el usuario se desplace.
Para Julio Correa, el futuro de este proyecto no solo se encuentra en el apoyo de la academia y empresas privadas sino en la perseverancia y el trabajo en equipo que permitirá asegurar que, en Ecuador, no solamente se pueden reparar artefactos sino crear verdadera tecnología.