La Franja de Gaza enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, con más de medio millón de personas al borde de la inanición tras 40 días de bloqueo de ayuda humanitaria. Las Naciones Unidas alertan sobre el impacto devastador de la restricción de acceso a alimentos y recursos básicos, exacerbado por el aislamiento impuesto por las Fuerzas de Defensa de Israel.
El cierre de panaderías y cocinas en los campos de refugiados del norte de Gaza ha dejado a miles de desplazados sin opciones para obtener comida. Según Francesco Petrelli, de Oxfam Italia, “el hambre afecta a más de 500,000 personas en Gaza y se utiliza como un arma de guerra para intensificar el sufrimiento humano”.
Esta situación refleja una tendencia global alarmante: el 90% de las 281.6 millones de personas que padecen desnutrición aguda en el mundo vive en zonas de conflicto. Lugares como Sudán enfrentan hambrunas que amenazan a 750,000 personas. Según Oxfam, aproximadamente 7,000 personas mueren de hambre diariamente en países en guerra.
La inseguridad alimentaria no solo se vincula con los conflictos armados, sino también con el cambio climático. El desplazamiento forzado, que afecta a 117 millones de personas, es un factor clave en esta crisis.
“La desigualdad en las emisiones de carbono es letal”, explica Petrelli, señalando que el 1% más rico del planeta produce la misma cantidad de CO2 que dos tercios de la humanidad. Este desequilibrio alimenta las crisis climáticas que agravan los conflictos y el hambre, mientras los gobiernos siguen sin implementar medidas efectivas tras la reciente COP29 en Bakú.
La inseguridad no solo afecta a las poblaciones vulnerables, sino también a quienes intentan ayudarlas. En 2024, un total de 281 trabajadores humanitarios perdieron la vida, convirtiendo este año en el más mortífero registrado para el sector.
“La comunidad internacional debe actuar con firmeza para responsabilizar a los culpables de estos crímenes y proteger a los trabajadores humanitarios”, señaló Tom Fletcher, Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU.
La combinación de conflictos, cambio climático y restricciones humanitarias ha creado una tormenta perfecta que intensifica el sufrimiento de millones de personas. Resolver esta crisis requiere acciones inmediatas y coordinadas a nivel global para garantizar la seguridad alimentaria, proteger los derechos humanos y mitigar los impactos climáticos.