Un nuevo estudio sugiere que su entorno único es ideal para almacenar material genético de especies en peligro de extinción. Científicos han propuesto la creación de un biorepositorio lunar que funcionaría como un gigantesco banco de vida, conservando muestras congeladas de ADN de especies amenazadas, con el objetivo de protegerlas para el futuro.
Liderado por la Dra. Mary Hagedorn del Smithsonian’s National Zoo and Conservation Biology Institute, un equipo internacional de investigadores ha explorado la posibilidad de construir una instalación de crioconservación en la Luna. Publicado en la revista BioScience, el estudio argumenta que la Luna ofrece condiciones ideales para la preservación a largo plazo del material genético, lejos de los peligros que enfrenta nuestro planeta, como el cambio climático, conflictos geopolíticos o desastres naturales.
El informe destaca que la biodiversidad global está en un punto crítico. Con la acelerada desaparición de especies, incluso bajo los escenarios más optimistas de cambio climático, la necesidad de estrategias innovadoras de conservación es más urgente que nunca. La crioconservación, que permite mantener células y material genético “vivo” durante siglos, ofrece una solución viable para este desafío.
El biorepositorio propuesto aprovecharía los cráteres en las regiones polares de la Luna, donde la luz solar nunca llega y las temperaturas pueden mantenerse a -196 grados Celsius, ideales para la criopreservación. En este entorno, las muestras podrían almacenarse indefinidamente sin intervención humana ni necesidad de energía constante.
Los científicos imaginan un futuro en el que, con el avance de la tecnología, estas especies podrían ser reintroducidas en la Tierra o incluso en otros planetas que hayan sido terraformados. Así, la Luna no solo se convertiría en un testimonio de la biodiversidad de la Tierra, sino también en una herramienta para su posible resurrección en un futuro incierto