Un reciente estudio ha cuestionado la efectividad de una práctica común en la cocina; lavar la fruta antes de consumirla. Publicado en la revista *Nano Letters* de la American Chemical Society, la investigación sugiere que el simple lavado de las frutas no es suficiente para eliminar completamente los pesticidas, que pueden penetrar más allá de la cáscara y llegar a la pulpa.
El estudio, dirigido por el profesor Dongdong Ye de la Universidad Agrícola de Anhui en China, utilizó una técnica avanzada llamada espectroscopia Raman de superficie mejorada (SERS) para detectar residuos de pesticidas como tiram y carbendazim en las frutas. Los resultados son preocupantes: los pesticidas no solo se adhieren a la superficie, sino que también se infiltran en la fruta, superando las capas externas.
Según los investigadores, «las operaciones habituales de limpieza de la fruta no pueden eliminar totalmente los pesticidas», lo que pone en duda la efectividad del lavado como medida de seguridad alimentaria.
Aunque este hallazgo puede ser alarmante, es importante mantenerlo en perspectiva. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) asegura que el 99% de los alimentos que analizan contienen residuos de pesticidas dentro de los límites legales, considerados seguros para el consumo. Sin embargo, algunas organizaciones, como Consumer Reports, han señalado que ciertos niveles de pesticidas podrían representar un riesgo para la salud, basándose en datos del propio USDA.
Frente a estos resultados, el profesor Ye sugiere que pelar la fruta podría ser una solución más efectiva que simplemente lavarla. Al pelar la fruta, se elimina la mayor parte de los residuos de pesticidas que se acumulan en la cáscara. Sin embargo, antes de tomar decisiones drásticas, es importante considerar otros estudios. Por ejemplo, una investigación realizada en el Reino Unido en 2021 encontró que solo el 2,55% de los productos analizados contenían residuos de pesticidas por encima de los niveles recomendados, y casi la mitad de las muestras no tenían ningún residuo.
A pesar de las inquietudes, no es necesario entrar en pánico. Lavar las frutas y verduras sigue siendo una práctica recomendada para eliminar la suciedad y reducir la cantidad de residuos en la superficie. Además, el Centro Nacional de Información sobre Plaguicidas de EE. UU. aconseja que lavar y frotar los productos bajo el grifo es más efectivo que simplemente sumergirlos en agua.
Este estudio no ofrece una solución definitiva, pero aporta una herramienta más precisa para evaluar la persistencia de los pesticidas en los alimentos. Según Michael Hansen, científico principal de Consumer Reports, esta técnica puede ayudar a comprender mejor cómo se comportan los pesticidas dentro de los alimentos y cómo proteger mejor la salud de los consumidores.