En el corazón de Kenia, un pequeño pero significativo avance en la tecnología de cocción está cambiando vidas y protegiendo el medio ambiente. Carolyn Olang, una residente del pueblo de Rairi en el condado de Migori, ha desarrollado un horno solar que no solo facilita la cocina, sino que también combate la deforestación y reduce las emisiones de carbono en su comunidad.
En Kenia, donde la mayoría de las familias aún dependen de la leña y el carbón para cocinar, el impacto ambiental de estos métodos tradicionales es considerable. En el condado de Migori, aproximadamente el 82% de los hogares usa leña, mientras que un 10% emplea carbón. Esta dependencia contribuye significativamente a la deforestación y a las emisiones de gases de efecto invernadero, exacerbando los efectos del cambio climático.
Carolyn Olang, de 43 años, decidió actuar después de asistir a un seminario sobre energías limpias. Inspirada por la tecnología del horno solar, Olang ideó un modelo accesible y eficiente usando materiales locales como madera reciclada, mantas viejas, papel de aluminio y vidrio. Este horno, que es del tamaño aproximado de una maleta grande, ha permitido a más de 300 de los 550 residentes de su aldea adoptar una alternativa sostenible a la leña.
El horno solar de Olang utiliza la energía del sol para cocinar los alimentos, un proceso que reduce la necesidad de leña en aproximadamente un 60%. El dispositivo recoge la luz solar y la concentra en un espacio de cocción mediante materiales reflectantes como papel de aluminio y vidrio. Los tiempos de cocción varían, pero pueden oscilar entre dos y tres horas en días soleados, alcanzando temperaturas de entre 120 y 180 °C. Con esta tecnología, se pueden preparar una variedad de platos, desde verduras hasta pasteles.
El ingeniero eléctrico Elly Otieno explica que los materiales reflectantes aumentan la temperatura del recipiente de cocción al concentrar los rayos solares. Esta técnica ha demostrado ser efectiva, y su impacto positivo en la reducción del uso de leña es evidente en la comunidad.
La introducción de hornos solares en Rairi ha tenido un impacto significativo en la conservación del medio ambiente. Según Olang, su iniciativa ha salvado aproximadamente 2.100 árboles al año, reduciendo la tala y, por ende, la deforestación. Esta práctica también contribuye a la reducción de las emisiones de carbono, apoyando los esfuerzos de Kenia para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad.
La Estrategia Nacional de Transición para la Cocina de Kenia 2024-2028 apunta a reducir la dependencia de combustibles tradicionales y aumentar el uso de soluciones limpias. La adopción generalizada de hornos solares podría acelerar este proceso y contribuir a los objetivos del país para reducir las emisiones de carbono en un 32% para 2030. A nivel nacional, el uso de soluciones limpias para cocinar ha aumentado del 15% al 31% en la última década.
Aunque los hornos solares ofrecen numerosos beneficios, también presentan desafíos, como la dependencia de la luz solar directa. Sin embargo, sus ventajas en términos de reducción de costos, conservación del medio ambiente y mejora de la calidad de vida superan con creces estos inconvenientes. La iniciativa de Olang destaca la importancia de fomentar tecnologías sostenibles que empoderen a las comunidades y promuevan un futuro más verde.
La historia de Carolyn Olang y su horno solar es un testimonio del impacto positivo que pueden tener las innovaciones simples pero efectivas en la lucha contra el cambio climático. A medida que más comunidades en Kenia y en otras partes del mundo adopten soluciones similares, se podrá avanzar hacia un entorno más saludable y sostenible para las futuras generaciones.
