Recursos paisajísticos, culturales y naturales han convertido al cantón de Yantzaza en uno de los principales destinos turísticos del Sur de la Amazonía ecuatoriana.
“El valle de las luciérnagas” (Yantzaza), es el cuarto cantón dentro de la provincia de Zamora Chinchipe y ocupa el segundo lugar en importancia por sus movimientos productivos como ganadería, piscicultura, agricultura y criaderos de ranas comestibles.
El principal atractivo del valle radica indudablemente en la exuberante naturaleza que la rodea con especies de flora como guayacán, pituca, yumbingue, almendro, laurel, romerillo, cedro y numerosos árboles frutales en estado silvestre, como guaba, membrillo, granadilla, maní, uva, entre otras.
En cuanto a fauna, existen especies como tigres, dantas, venados, armadillos, jabalíes, osos de anteojos, monos, yamalas, guatusas y una gran variedad de aves.
Dentro de sus atractivos culturales, destacan las tradiciones de los pueblos y nacionalidades de la zona como son los shuar o pueblo Saraguro y, además, disfrutar de la deliciosa gastronomía tradicional.
Las riquezas naturales del cantón se convierten en el motor del tesoro escondido de las mujeres que han decido avanzar sin dejar de lado sus raíces y ahora las llevan como estandarte de la provincia.
Malik y Billonchoc son solo la muestra de como llevar a un producto amazónico al siguiente nivel, donde la calidad es obligatoria y las practicas sostenibles un deber.
Sonia Sarango y Jessika Romero aprovecharon las especies florales de la zona para producir productos con un sabor único, comercio justo, responsabilidad social y con procesos de economía circular.
Acompañadas por el programa Soy Emprendedora de la Fundación Lundin en colaboración con la Lundin Gold fueron parte de capacitaciones en administración, finanzas, operaciones, negociación, atención al cliente y temas de responsabilidad ambiental.
La Fundación ha representado un pilar fundamental para la implementación de inversión comunitaria para la diversificación económica y el desarrollo de proveedores locales. El programa consiguió impulsar a 78 pequeñas empresas con una inversión de 500.000 dólares estadounidenses a la economía local.
Conoce la historia de estas mujeres empresarias que usan las plantas medicinales y la sacha inchi para productos de alto valor nutricional, así como, para la generación de subproductos a partir de los residuos para huertos orgánico y producción de alimento orgánico para aves.