El café, una bebida que muchos consideran indispensable para empezar el día, podría tener efectos negativos en la salud cerebral si se consume en exceso a partir de los 60 años. Un reciente estudio presentado en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer 2024 revela que el consumo elevado de café está relacionado con un deterioro cognitivo acelerado en personas mayores.
El estudio, liderado por Kelsey R. Sewell, analizó a 8.451 personas mayores de 60 años en el Reino Unido, dividiéndolas en tres grupos según su consumo diario de café:
- Consumo alto: Cuatro o más tazas al día.
- Consumo moderado: Una a tres tazas al día.
- Consumo nulo: No tomaban café.
Tras nueve años de seguimiento y evaluaciones periódicas de memoria y razonamiento lógico, se encontró que los consumidores moderados mostraron un menor deterioro cognitivo que aquellos que no tomaban café. Los consumidores altos presentaron un deterioro mayor que los demás grupos.
Sewell afirmó que «el consumo moderado de café podría actuar como un factor protector contra el deterioro cognitivo», pero enfatizó que el exceso puede ser perjudicial, destacando la importancia del equilibrio.
Pese a las advertencias, un consumo moderado de café sigue teniendo múltiples beneficios para la salud:
- Rendimiento físico: Aumenta los niveles de adrenalina, mejorando el rendimiento durante el ejercicio.
- Estado de alerta: Estimula la actividad cerebral gracias a la dopamina, manteniéndonos despiertos y enfocados.
- Propiedades antioxidantes: Los polifenoles combaten el envejecimiento celular, ayudando a mantener una piel saludable.
- Efecto antidepresivo: Reduce el estrés y la ansiedad al bloquear receptores relacionados con estas emociones.
- Salud cardiovascular: Puede disminuir el riesgo de insuficiencia cardíaca, siempre que se consuma con precaución en personas con hipertensión o colesterol alto.
- Control del peso: Acelera el metabolismo, ayudando a quemar grasa.
El café puede ser un aliado para la salud, pero a partir de los 60 años, es fundamental moderar su consumo para proteger la función cognitiva. Disfrutar de una o dos tazas al día no solo es seguro, sino que también puede aportar beneficios significativos. La clave, como en todo, es el equilibrio.